Todos los jóvenes en la de Lima tienen que haber estado al rededor de la tienda frente al pabellón "G" o haber comprado algo en ella alguna vez. Este pequeño intento de mini-market (se encuentra de todo) es uno de los lugares mas frecuentados por los estudiantes en cualquier momento del día. Las conversaciones entabladas en aquella zona pueden durar segundos, minutos y hasta horas, el ambiente es acogedor y ahí las relaciones interpersonales abundan.
La desesperación por ser escuchados por las señoritas que atienden es tanta que la gente se pelea por ser atendidos primeros, pero todo termina cuando son complacidos con una sabrosa empanada, una gaseosa o un delicioso brownie. El círculo universitario aprovecha y entabla conversaciones de todo tipo, promoviendo la comunicación entre ellos y alegrándose el día con distintas anécdotas. Sigan así chicos, ustedes hacen que nuestra universidad se mantenga así de alegre!
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